Leaving on a jet plane

domingo, 27 de noviembre de 2016

No sé qué hago aquí, algo debe recordarme a ti.

Entonces llega la madrugada, con sabor etílico, y me pongo las ropas de dormir, son las mismas de la semana pasada, mis perros siguen acampando en mi cama.
Son prendas con calor de soledad y melancolía, el cuerpo cae y la mente no puede descansar, ellos son equilibrio, cordura, sus pelos en la cama me recuerdan que tengo que parar, cambiar las sábanas, ponerme los tenis y sacar la cara de las almohadas. Pero despierto y no quiero dejar de soñar, la cama tiene imán con estos huesos, el agua de la regadera duele, el shampoo se acaba, el perfume está sin usar, el polvo en el mueble de la tele, en el buró, mis manos cerradas, los cadáveres de comida chatarra, las botellas de ron y tequila a la mitad, mi guitarra sin cuerdas, mis bocinas descompuestas, la música en silencio, la soledad con ellos, el confort, mi pecho apretado, las ganas de saltar.
Duele caminar, duele respirar, la marea me lleva y luego me trae y la luna es quien siempre está, la comodidad de la oscuridad, cuando en el cielo brilla la oscuridad. Es que ya nada tiene sentido, se pierden algunos motivos, el cuerpo pesa por la mañana y sobrevivo. Aturde todo alrededor, luego oprime al interior y de repente no sé dónde estoy, de pronto no sé si estoy. ¿Vacío? Tal vez hay un vacío, quizás todo está muy lleno. Entre tanto te he escrito.

Elba.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Bitácora de las Navidades Pasadas.

Cuando era niña, me emocionaba mucho la navidad, la familia de mi padre hacía posada en grande cada 24 de diciembre, había mucha comida, piñatas llenas de dinero, pastel, música; sólo pensar que llegaría ese día me hacía sentir tan feliz, ya me veía, bailando con mis primas mayores que sólo veía esa vez al año, porque me encantaba bailar, hacían un intercambio y como la familia era muy grande, era algo tardado y emocionante, se iban del hermano mayor al menor y como mi padre es el penúltimo, nosotros teníamos que esperar bastante, de cualquier forma era emocionante. Terminada la fiesta nos íbamos a casa a acostar, y yo tratando de mantenerme despierta para ver a Santa, aunque jamás lo logré. Ya llegada la navidad, abríamos los regalos, entonces nos íbamos a casa de mis abuelos maternos, todo era felicidad.
Hubo una época de mi vida, ya que Santa no existía, que empecé a sentir indiferencia hacia esas fechas, no me sentía tan cómoda en las posadas, no veía más que hipocresía y momentos incómodos, nunca formé un lazo con la mayoría, sólo mis primos y muchos de ellos ya no iban, el 25 de diciembre no me era incómodo, siempre sentí el calor de hogar con mis abuelos maternos, independientemente de las diferencias que pudiera haber entre tíos, siempre se sintió todo tranquilo. Me sentía enojada con la vida, al darme cuenta de que no era perfecto, que de niños no nos dábamos cuenta de muchas cosas, tal vez me empecé a amargar, ya no venía Santa, mi padre nos daba dinero e íbamos a comprar cosas, no era tan emocionante, pero llegó un año en que algo hizo la diferencia, mi madre me dijo que con ese dinero que mi padre nos había dado, le comprara un regalo o detalle a mis hermanos y a mi padre... y sentí una pequeña luz al interior, aunque era poco el dinero, me emocionó pensar en el regalo perfecto para cada quien, y esa navidad recibí detalles de ellos también, fue muy lindo, el año siguiente seguimos la misma dinámica, y así fue que se convirtió en tradición, empecé a sentir ese espíritu navideño cada año con más ilusión, una vez me independicé, fue más significativo.
Hoy a mis 29 años, cuando llegan los vientos de invierno, me invade la nostalgia y la inquietud por ir a buscar los presentes para mi familia, cada año busco algo diferente, sé que mi hermano mayor está lleno de su niño interior y a veces le llevo "juguetes" o algo que sé que le emocionará como a aquel niño de 10 años que una vez fue, y es divertido, ahora junto con él está mi cuñada que es como una hermana más y mi sobrina que simplemente le ha regresado esa esencia de felicidad e inocencia a la familia, mi hermana menor, que aunque sea difícil aceptar, ya es toda una mujer adulta, me inspira a buscar algo digno de una princesa, porque siempre lo fue y lo sigue siendo y para todos siempre va a ser la pequeña. Mi padre es el más difícil para conseguir un regalo, si no siento que algo es perfecto para él, entonces entra mi mamá y me ayuda con eso. Y ella, mi madre, siempre siento que no es suficiente lo que le pueda dar, como agradecerle tanto, ella le regresó la vida a nuestros inviernos, a nuestras vísperas navideñas, el anhelo, la esperanza, la tranquilidad, ella... ella es amor.

Navidad para mí no es más que el día la paz y el calor familiar. Hoy la espero tanto o con más ansias que cuando era niña.

Elba

sábado, 12 de noviembre de 2016

En el alma

Compartir con alguien que amas es hermoso. Compartir con alguien que entiende es espiritual.

Te extraño, la otra noche tu recuerdo me apretó el corazón.

Elba.


miércoles, 19 de octubre de 2016

Quimera

Unos llegan derrochando luz,
tú llegaste en la oscuridad,
entre sueños y realidades,
deseando poder amar.

A lo lejos estaba la Luna
contando la historia de tu mirar,
grande y roja entre las nubes,
coqueteando con el Mar.

Me dijiste: "quédate un rato,
sólo tenemos que esperar".
Mientras el viento tocaba tu rostro,
tus palabras me hacían suspirar.

Quise tomar tus manos,
sonreíste sin hablar,
murmuraste: "descansemos un rato
sólo tenemos que esperar".

Elba

Constantemente

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Clementine

Es casi imposible encontrar a quien comparta tus entrañas, tu interior, con quien sientes que puedes hablar hasta el amanecer, saber que te va a comprender desde el fondo de su ser, que tu interior tomará sus adentros en un puño y los apretará, que una canción no le será sobrevalorada, que la película que te arranca el alma en un suspiro va a ser una ventana por la que se asomará. La gente dice del amor como el bien común, como la clave para la felicidad, no han alcanzado a comprender que hay más allá de un beso o hacer el amor, tener sexo. Hay algo más, ver a través de los ojos y sentir que no estás solo, que hay alguien que realmente te acompaña en este mundo de diferentes. Porque estamos hechos para pensar y saber, sentir y amar.

Está bien si te vas, mientras te vaya a dar un pedazo de tranquilidad. Está bien si te vas, sabré que en algún lugar existes, leyendo un libro, escribiendo un ensayo, escuchando el carro de las donas, sonriendo, sintiendo una canción, levantando la mirada, tratando de no llorar, observando cada estrella, una hoja caer, el viento acariciar la arena, el mar. Estaremos bien si te vas, porque sabrás que en algún lado voy a estar, con la música entre mis dedos, en mi ser, con las letras en la punta, hablando de todo y nada a la vez.

Está bien si te vas, porque de cualquier manera te vas a quedar.

Elba

lunes, 12 de septiembre de 2016

Voy a tener que olvidarte

¿Estabas mejor sin mí? No lo sé, el problema aquí empieza en la naturaleza de nuestro inicio, aterriza en mi necesidad de arrimarte los pedazos para que los vieras de cerca sin tener que tocarlos, descansa en mi necedad de darte un corazón partido para que lo guardaras en la habitación de tu alma y como potencialmente peligroso, sin abrazarlo, de cerca pero a distancia. Nunca quise enamorarnos, fui cobarde y valiente al pensar que no sería imposible no amarte.

Voy a tener que olvidarte, porque nunca estuviste en mis planes, y al voltear todo de cabeza no estoy pensando bien, porque los daños colaterales brillan en un rojo parpadeante y tenemos miedo sin abrazarnos, no hay consuelo, sólo distancia, no hay miradas, sólo palabras, no hay aire limpio, sólo humo, humo que se mete en nuestras mentes y dejamos de pensarnos bien.

Porque es más fácil callar y seguir, como que no me extrañas y viajo sin ti. En una esquina de mi mente siempre estará tu lugar, el rincón donde descanso transparente, en tus brazos, sin amar.

Elba

jueves, 18 de agosto de 2016

Ese Pensamiento

Eres ese pensamiento que me roba de cada canción.
Cuando me pierdo, en canciones me encuentro, y últimamente, en esos momento te descubro, en las mismas canciones que me siento. Redundante... eres ese pensamiento que sigilosamente aparece en medio de mis emociones, mis vuelos internos. Me veo nadando en el sueño de cada canción, envolvente sensación de la mísera soledad, nadando incansable hasta la orilla.
Sin llegar a ningún lado vuelvo a flotar y, mirando el cielo estrellado de repente ahí estás, desvaneces alrededor dejándome frente a ti, mirándonos fijamente sin tocarnos y las miradas sonriendo. No sé si estamos flotando o simplemente estás ahí, acariciando con tu presencia esta libertad maldita, y te quedas dos minutos, hasta que regreso. Repito la melodía para evitar tu interrupción, y me veo, me siento, me pierdo... al sonar la última nota te recuerdo.

Eres ese pensamiento que me arranca de cada canción para hundirme un poco más en ella, para de la mano emerger. Ahí, flotando en el mar de nuestras emociones, tan idénticamente distintas.

Flotamos, luego sueltas mi mano, en realidad nunca se tocaron, como un coche a altas velocidades, cuando deja de tocar el pavimento. Eres ese pensamiento en el que dejo de tocar el suelo.

Elba


viernes, 27 de mayo de 2016

Tú.

Estrictamente platónico, esa fue una de las primeras frases incrustadas en mi mente, tenía quince o dieciséis años. Estaba profundamente enamorada, o al menos eso creía, y escribía, eran canciones, muchas y cursis. Nada sucedió, las cosas evolucionaron, fui escribiendo en distintos formatos, a diferentes musas, por cuatro o cinco años. Incluso viví mi primer amor y seguía sintiendo esa misma sensación. Llegué a pensar que estaba enamorada del concepto, leí sobre ello, amores platónicos, y conforme pasó el tiempo dejé de escribir, las cosas se volvieron reales, la inspiración fue intermitente. Pero viví tanto que cuando la inspiración me atacó fue de manera fatalista, hasta dejarme seca, el amor, la decepción, la ilusión, el olvido, lo fugaz, la soledad...

Dicen las voces que entre más inalcanzable es la estrella, más brilla. Eres una luz parpadeante que me hace sonreír, sin dar un paso adelante, me hago dos atrás, me inspiras, me arrastras, me sacudes y me detienes. Brillas cerca y lejos, tan lejos que encandilas, la flor que jamás arrancaría del jardín.

Estrictamente platónico, vino a mí, desenterrado, húmedo, sucio y con pequeñas grietas en las letras, alucinante y dejando la inspiración en una nube de humo que se mantiene merodeante en la revolución del pensamiento.

Elba.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Cazando corazones

Dejando en claro, entre bromas, que no tenemos corazón, le dije que necesito una de esas sillas playeras en la terraza de mi casa, quiero sentarme a tomar la Luna por las noches, o a contemplar atardeceres mientras pienso sin querer. 


– Te sentarás a cazar corazones.
– A ver cuál me queda, tipo Cenicienta...
– Ándale, "este no, está muy grande", "este tampoco, es muy cursi"... 
– Se resbala por tanta miel.
– Ahí te quiero ver cuando te enamores y yo esté a un lado resbalándome, diciéndote, "Deja de derramar tanta miel"
– Jaja no creo
– ¿Nunca te has enamorado así?
– Tal vez. No sé antes, ahora pienso que si me enamoro, será de alguien en quien me pueda fundir completamente, que me ame por lo que soy, no que me acepte y tolere por amor. 
– Supongo que así debe ser, o eso entiendo yo por amor. Creo que casi nadie está dispuesto a amar, porque eso conlleva que te desprendas de muchas cosas y no todos pueden con eso. 


Así es como los locos terminamos solos.

sábado, 7 de mayo de 2016

No fue así

No fue así, un buen día no amanecí pensando en ti, ni una noche dormí soñando contigo, ni siquiera en estos momentos estás aquí; no estoy en negación, simplemente no es así. Sin embargo, lo que escribiré a continuación te lleva al interior, en las entrañas de estos pensamientos prisioneros que sin quererlo, bien supieron organizar el motín, sus sueños de fuga.

No fue así, no te vi y se me movió el suelo, ni te conocí y me arrancaste el sueño, no hablaste con una melodía hipnotizante que me haría querer besarte, ni sonreíste, ni sonreí, no hubo complicidad, no hay ansias, no hay nada.

Es encantador sólo escuchar que no fue ni es, y no obstante, aquí estamos... hablando de ti, escribiéndote, infiriéndote como la sombra después de un día soleado.

La sombra después de caminar bajo el sol, la brisa, el viento que acaricia, la roca donde descanso, el manantial que impregno en mi cara para refrescar. Y no fue, ni es, y no eres, ni soy. Ni somos.

Estaba descansando libre en la naturaleza cuando decidimos coincidir nuestros pensamientos, de roca a roca, hablando sin confeccionar razonamientos, de vez en cuando sonriendo, continuamente coincidiendo. En perfecta armonía. Incluso lloviznó, nadie se escondió. Uno sale corriendo cuando ve al tigre de la emoción acechándole sin piedad en la mirada, pero creo que me alcanzó, el filo de sus garras me acarició.

Como que te veo, como que me ves, sin mirarnos una sola vez. Como cuando alguien te despierta los sentidos sin quererlo ni intentarlo, y tú sin esperarlo, sin buscarlo, y mejor no se miran a los ojos. Mejor miro de lado.

No muero por besarte, me has besado el pensamiento.
No muero por tocarte, mi alma acariciaste.
No quiero tomar tu mano, quiero soñar.
No muero por tu olor, la brisa de tu esencia se quedó en este interior.
No te quiero lejos ni te quiero cerca.

Pienso en ti como una ilusión inerme, tan inerme que podríamos aniquilarla y no lo notaría. Pienso en ti sin pensarte, sin desearte, como esos mensajes que se envían pero nunca llegan y no sabes a donde fueron.

Eres una emoción tan indolente que anoche me dormí pensando en ti.
Elba

martes, 29 de marzo de 2016

Melt, may I melt inside of you?

Hacía tiempo que no escuchaba a Dax, no quería, no sé por qué. Al llegar, lo primero que quise hacer fue escuchar su voz. Me senté frente al monitor navegando, divagando, veía todo sin pensar y mientras su música tocaba mis fibras, en un momento me detuve y miré hacia la nada, amé recordar cómo se sentían los arpegios de aquella canción, es simplemente perfecto.
Dije a mi interior, "un lugar que sea real, quiero sentir una inspiración así, que me recorra cada pliegue, que no haya más lugar para ella adentro, que se me salga por la yema de los dedos, que se asome por, entre mis letras..." y la nada en el monitor llamó mi atención, resaltó la imagen de un rostro conocido, me pareció familiar, se enfocaron mis sentidos. Coincidencias que se burlan de mí con su rostro en una fotografía.


lunes, 18 de enero de 2016

Ciertamente

En Abril pensé que al llegar a Enero todo estaría perdido.
No todo está perdido, sólo yo.

He estado en muchas estaciones, y en ninguna me había sentido tan cómoda, sin embargo algo me faltaba, y no me quedé. Ahora sigo sin eso que me faltaba y valga irresolución, también me faltas tú. Estoy mejor o quizás peor, pero algo de tranquilidad regresó cuando te fuiste.
Al principio tenía la certeza de que la extrañaba, ahora no sé, tal vez me extraño descansando en sus rincones. Pero qué bella estación, ciertamente extraño esa belleza, pero sobre todo, extraño su clima templado.

No me quedé con aquel amor adolescente al que traicioné y me quiso arrastrar entre ramas al final, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor curioso, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor misterioso, pasional y sonriente, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor que me despertó completa y me volvió loca, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor ingenuo que me distrajo y me dio esperanza, lo guardé como amigo.
No me quedé con aquel amor fugaz, nunca lo sentimos pero lo vivimos, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor libre, loco y un tanto cobarde, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor intenso, interminable, que me amó sin ser libre, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor desgarrador, pasional, tormentoso, inagotable, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor bonito, sencillo y un poco traicionero, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor que intermitentemente volvió, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor sincero, ardiente, tierno, constante, perdurable, al que le di todo de mí y me abrazó al momento, ni se quedó conmigo.

No me quedé con ninguno, quizás me quedé en la incertidumbre, me quedé conmigo.

Elba.