Leaving on a jet plane

viernes, 17 de mayo de 2013

No soy Ella

No soy lo que quieres para compartir tu vida, ni lo que esperas de tu mujer ideal, esa niña delicada que quieres cuidar, cumplir sus caprichos y convencerla cuando no te quiera besar. Me parecen estúpidos los berrinches y si una persona me molesta lo suficiente la podría golpear. No pienso positivo, suelo ser realista y en la mente llevo una revolución de pensamientos y fantasmas que me acompañan a todo lugar, siempre analizo a las personas y por lo general no les veo nada especial, es como ver orientales y pensar que todos son iguales, pero en este caso no les veo la cara, sino su forma de expresarse y manera de pensar. Más fácilmente le digo Te amo a mis perros que a un humano, pues antes me lo han dicho lo suficiente como para darme cuenta que es casi un slogan obligatorio en las relaciones para sentir seguridad. No uso tacones ni tengo mil pares de zapatos o un bolso que lleva un universo de cosméticos, un espejo, una cartera, recibos de pago y cosas que debería tirar, por lo que no tardo tanto en encontrar el celular. No duro horas en el baño, puedo pasar un día sin verme al espejo y puedo estar lista para salir en menos de media hora si corro el riesgo de llegar impuntual. No me peino, el uso más constante que le doy a mi vanidad es al terminar una relación... en el momento en que esa persona comienza a salir con alguien más; no me interesa la moda, lo único que combino es la ropa interior y mi número favorito es impar. No soy neurótica, ni histérica, no disfruto ir de compras ni me tomo de hobbie ver ropa y accesorios que de momento no voy a comprar, o probablemente jamás. No sé de decoración, uñas, peinados ni vestidos, no uso colores vivos y el rosa como que no me va. No me quiero casar ni sueño con la familia ideal.

No, no soy esa mujer que sueñas y buscas, represento lo que no esperas y no querrías amar, pero podría  nombrar más de una particularidad en tu rostro al hablar, disfruto verte reír, gritar, susurrar, discutir sin argumentos válidos y hasta balbucear. Encuentro mi sonrisa cuando me pierdo en tu presencia, y en tus recuerdos cuando no estás, si me muestro fastidiada cuando discordamos estrechamente no es por tu forma de pensar sino porque también eso me hace quererte un poquito más. No soy orgullosa pero tengo mucha fuerza de voluntad y te lo menciono porque tengo el presentimiento de que por ti sí se podría doblegar, o también al contrario, desarrollarse más fuertemente, que reprima mis emociones románticas si es necesario para conseguirnos una amistosa estabilidad.

No tengo lo que quieres al final, pero te quiero conmigo y para mí con las simples intensiones de darte mis brazos, mis manos y todo eso que no sueñas para hacerte sonreír y enamorarte cada día más.

Cositas yo.

sábado, 11 de mayo de 2013

Antes del amanecer, del atardecer. Al anochecer.

Las personas tienen un romance, una aventura, o incluso relaciones enteras, terminan y olvidan. Lo superan como si hubiesen cambiado marca de cereal. Cada persona tiene sus propias y específicas cualidades, nunca puedes reemplazar a nadie. Yo extraño de una persona las cosas más mundanas, como si estuviera obsesionada con los pequeños detalles.

Tal vez estoy loca pero, cuando era pequeña mi mamá me dijo que siempre llegaba tarde a la escuela, un día me siguió para ver porqué... yo estaba observando castañas caer de los árboles, rodando por la acera, o las hormigas atravesando el camino, la manera en que una hoja proyectaba sombra sobre un tronco, pequeños detalles. Creo que es igual con las personas, veo en ellas pequeños detalles, tan específicos de cada uno, que me mueven y los extraño, y siempre los extrañaré. Nunca puedes reemplazar a nadie porque cada quien está hecho de tan hermosos peculiares detalles.


Eso me recuerda lo genuinamente romántica que era, cómo tuve mucha esperanza en las cosas y ahora es como si no creyera en nada que se relacione al amor. No siento cosas por la gente ya. De una manera puse todo mi romanticismo en aquella noche única y no he sido capaz de sentir eso otra vez. Como si, de alguna forma, esa noche se llevó cosas de mi, te las demostré y te las llevaste contigo. Me hace sentir fría, como si el amor no fuera para mí.


¿Sabes qué? La realidad y el amor son casi una paradoja en mí. Es raro. Sabes... supongo que me han roto el corazón y me he recuperado demasiadas veces, así que ahora... sabes, desde el principio no hago esfuerzo alguno porque sé que no va a funcionar, sé a dónde va.


Celine (Julie Delpy) en Antes del atardecer ♥