Leaving on a jet plane

lunes, 18 de enero de 2016

Ciertamente

En Abril pensé que al llegar a Enero todo estaría perdido.
No todo está perdido, sólo yo.

He estado en muchas estaciones, y en ninguna me había sentido tan cómoda, sin embargo algo me faltaba, y no me quedé. Ahora sigo sin eso que me faltaba y valga irresolución, también me faltas tú. Estoy mejor o quizás peor, pero algo de tranquilidad regresó cuando te fuiste.
Al principio tenía la certeza de que la extrañaba, ahora no sé, tal vez me extraño descansando en sus rincones. Pero qué bella estación, ciertamente extraño esa belleza, pero sobre todo, extraño su clima templado.

No me quedé con aquel amor adolescente al que traicioné y me quiso arrastrar entre ramas al final, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor curioso, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor misterioso, pasional y sonriente, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor que me despertó completa y me volvió loca, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor ingenuo que me distrajo y me dio esperanza, lo guardé como amigo.
No me quedé con aquel amor fugaz, nunca lo sentimos pero lo vivimos, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor libre, loco y un tanto cobarde, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor intenso, interminable, que me amó sin ser libre, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor desgarrador, pasional, tormentoso, inagotable, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor bonito, sencillo y un poco traicionero, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor que intermitentemente volvió, ni se quedó conmigo.
No me quedé con aquel amor sincero, ardiente, tierno, constante, perdurable, al que le di todo de mí y me abrazó al momento, ni se quedó conmigo.

No me quedé con ninguno, quizás me quedé en la incertidumbre, me quedé conmigo.

Elba.