Ok, esa era yo acostada boca abajo sobre mi
cama, esa era yo recargada en el marco de la puerta de mi recámara mirando la
sala vacía de muebles, decidiendo si salir o quedarme en casa lo que me resta
de tiempo libre antes de iniciar mi jornada laboral diaria, esa era yo parada
en medio del cuarto mirando el desorden alrededor, esa era yo… y esta soy
ahora, sentada a media luz en la cama, escribiendo porque hace días que he
sentido que lo necesito. Esta soy yo, la que escribe a las 22:05 horas del día 10
de diciembre de este año con mi Bu al lado, pensando en los sentimientos encontrados,
en el presente próximo cercano, en las canciones que escucho de fondo, en ti,
en mí, en él, en ella, en ustedes. Pienso en la placa que tengo colgada en la
pared y las fotografías pegadas, en el portarretratos, que aunque vacío lleva
tu sonriente fotografía, en el regalo de navidad pasada con el pedazo de
platillo pegado detrás para sostenernos, en ti, en mí, en ustedes. Pienso en mi
guitarra, en mi bajo, en mis dibujos, sobre todo ese en acuarela que no he
podido darte, en la videocasetera que está tirada en el piso, en la ropa regada
y la guitarra eléctrica que mi ex olvidó y nadie toca, en ti, en mí, en
ustedes. Pienso en la calma, en la tempestad, en el silencio, en el ruido de
este interior que no logro entender, en la música que dejé de hacer, las letras
que dejé de escribir, en ti, en mí, en ustedes. Pienso en los primeros momentos
y en los últimos, en el miedo que siento al pensarte para siempre lejos, en la
necesidad que a menudo me asalta por huir de la ciudad y en la fuerza con que
siento a mi alma abrazada de la tuya, aferrada, en mi familia, en mis amigos,
en los sentimientos perdidos que se volverán a encontrar, en ti, en mí, en
ustedes.
Tal vez si digo que no sé qué hacer, me sentiré
mejor conmigo misma por no hacer nada, quizá si digo que por fin lo acepté, tendré el pretexto perfecto para justificar mi apariencia despreocupada por ti.
Probablemente si digo que siempre supe que no me amaste y ni siquiera estuviste
cerca de hacerlo, que estoy de acuerdo con que todas tus acciones dejan claro
el interés que no tuviste en mí sino en alguien más recibiré un aplauso de
aquellos que conocieron parte de nuestra historia, o de mi historia contigo, o
mejor dicho aquellos que han vivido esta yo contigo dentro, que saben el
desastre que soy por ti y me han visto peor aun sin ti, esos que saben que mi
insomnio se llama tú y mis sueños también llevan tu apellido, que tu imagen se
presenta ante mí más de tres veces al día y que no mencionan tu nombre quizá
porque quieren creerle a mi yo desinteresada y no darse cuenta que al
mencionarte este amor aun se me asoma por la mirada, quienes irónicamente me
llevan la contraria cuando concluyo en que lo nuestro ante tus ojos no ha
significado nada y alegan que probablemente sí me amas, culpando a tus posibles problemas psicológicos, a tu locura temporal… crónica. Bueno, yo culpo a tu
sonrisa y a tu mirada, y es posible que más de una vez me haya culpado a mí. Tal
vez, quizá, probablemente… no sé, lo que sí sé es que nada de lo que acabo de
plasmar aquí estaba destinado a este escrito, y esta noche más que nunca, tengo
la certeza de que no importa lo que haga y lo que piense, siempre estarás
presente en mis letras, quizá con el paso del tiempo llegará el momento en que
realmente no te me notes tanto.
Ya se hizo tarde para el trabajo.
Postdata: Te amo.
Elba.